viernes, 2 de agosto de 2013

El problema es de la mente, no tuyo.

Todo lo que comparto en mi Facebook y en mi Blog no tiene la intención de "mejorar" a ninguna persona.
No es autoayuda ni ninguna clase de terapia ni cura.
Lo que pretendo señalar es que en realidad no hay nadie a quien ayudar.
Cada uno es perfecto tal como es. La vida no se equivoca.
Aunque nuestros pensamientos viven en permanente conflicto con ellos mismos, porque viven en una realidad que ellos mismos han fabricado de una forma personal, privada e individual con la información acumulada en el pasado personal-individual de cada uno de nosotros.

La mente vive en permanente conflicto con ella misma. Es un perro que se quiere morder la cola.
Es un ente que lucha consigo mismo Y SIEMPRE PIERDE!
:o)
Pero luego nos echa la culpa a nosotros. Y nos dice que tenemos que hacer esto y aquello para mejorar, para ser perfectos, para ser mejor persona, mejor madre, mejor padre, mejor amigo, mejor alumno, etc.
Nos mantiene perfectamente convencidos (y sometidos) de que nos faltan aún 2 o 3 asignaturas por aprobar para graduarnos de "Licenciado en Buena Persona". (o en Buen Hijo, Buen Padre, Buen Profesional, Buen Amigo, Buen Marido o Buen Ciudadano, etc)
Nos mantiene en ese estado mental de espera y de carencia, nos promete cada día que algo que que sucederá en el futuro (sacarnos el Loto o encontrar pareja o adelgazar o aprender a ser felices o iluminarse, o terminar de pagar la hipoteca o encontrar trabajo o cuando cambiemos de trabajo, etc...) nos hará finalmente sentir plenos de verdad. Llenos de dicha. Satisfechos. Contentos. Listos. Felices. En paz con todo y todos.
Pero el futuro ese nunca llega. Y la espera nos aniquila las ganas de vivir.


La mente solo puede hablar de la mente.
La mente sufre entonces por la mente.
Y la mente busca ayuda en la mente.

Quiere resolver su conflicto, que es su naturaleza misma, pensando.
Como una pala que ha caído en un pozo e intenta cavar para salir. Claro, la pala no sabe hacer otra cosa, pobrecita. No le pidamos a la pala que piense.
No le pidamos a la mente que tome consciencia de lo que nos hace sufrir.
Solo nosotros podemos observar esto.

La mente no es autónoma. Nosotros le damos trabajo.
La mente es un negocio que vende pensamientos. Pero nosotros somos su UNICO cliente.
La mente sin nosotros no es nada. Igual que mi mano sin mí no es nada.
Sin nosotros la mente no es nada. Solo un montón de ideas saliendo a la superficie como burbujas.
"Plop! Plop! plop!"
Pero esas burbujas nos hipnotizan. NOS SEDUCEN. Nos encantan. Encontramos cierto placer en la actividad de pensar.
Pero esta distracción de la realidad es la que nos hace percibirnos a nosotros mismos como figuritas recortadas de esa realidas que es única y total, siendo nosotros parte de ella.

Los pensamientos pueden ser muy dañinos para nosotros, aunque si tomamos consciencia de nuestros pensamientos pueden ser solo un montón de palabras gastadas que se las lleva el viento.
Un disco rayado que repite lo que me decía mi madre, mi padre y algun loco perdido en el pasado.
Pero mi mente sigue machacándome con el mismo argumento de siempre. Me sigue midiendo con la misma vieja vara.


Ella siempre quiere postergar mis sueños, mi plenitud.
Pero la vida no se puede postergar. Ni pausar. O guardar para mañana.
Me quedo con la vida.
Me quedo conmigo.
Te regalo todos mis pensamientos. Los dono a una ONG.
Los remato por 1 céntimo.
Los pensamientos son el envoltorio. La etiqueta y el moño.
Las palabras son sonidos, sonidos consonantes y sonidos vocales.
No tienen peso.
No tienen nada.
Dejemos de ser esclavos de la palabras, esclavos de los pensamientos que están hechos de palabras y pasado.

Suelta amarras.
Deja que te lleve el viento.
No temas.
La libertad no es peligrosa.
La rutina es mortal.

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