martes, 27 de diciembre de 2011

-¿Hay diferencia entre la felicidad y la paz interior?

-Sí. La felicidad depende de las condiciones que se perciben como positivas. La paz interior, no.

-¿No es posible atraer sólo condiciones positivas a nuestra vida? Si nuestra actitud y nuestro pensamiento son sólo positivos, manifestaríamos sólo eventos y situaciones positivos ¿cierto?

-¿Sabe usted verdaderamente lo que es positivo y negativo? ¿Tiene el cuadro general? Ha habido muchas personas para quienes la limitación, el fracaso, la pérdida, la enfermedad o el dolor en cualquier forma se convirtieron en sus mayores maestros. Aprendieron a abandonar las falsas imágenes de sí mismos y las metas y deseos superficiales dictados por el ego. Obtuvieron profundidad, humildad y compasión. Se hicieron más reales.
Siempre que le ocurre algo negativo, hay una profunda lección escondida en ello, aunque usted no pueda verla en el momento. Incluso una enfermedad breve o un accidente puede mostrarle lo que es real e irreal en su vida, lo que en últimas importa y lo que no.
Vistas desde una perspectiva más alta, las condiciones son siempre positivas. Para ser más preciso: no son ni positivas ni negativas. Son como son. Y cuando usted vive en una aceptación completa de lo que es -que es la única forma cuerda de vivir- no hay "bueno" ni "malo" en su vida. Sólo hay un bien superior, que incluye el "mal". Visto desde la perspectiva de la mente, sin embargo, hay bien y mal, gusto y disgusto, amor y odio. Por eso en el Libro del Génesis, se dice que Adán y Eva no pudieron seguir viviendo en el "paraíso" cuando "comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal".
Eso me suena a negación y autoengaño. Cuando algo terrible me ocurre a mí o a alguien cercano a mí -accidente, enfermedad, dolor o alguna muerte- puedo aparentar que no es malo, pero el hecho demuestra que es malo, ¿así que por qué negarlo?Usted no está aparentando nada. Está permitiendo que sea como es, eso es todo. Ese "permitir ser" lo lleva más allá de la mente con sus patrones, de resistencia que crean las polaridades positiva y negativa. Es un aspecto esencial del perdón. El perdón del presente es incluso más importante que el perdón del pasado. Si usted perdona cada momento -le permite que sea como es- no habrá acumulación de resentimiento que necesita ser perdonado más adelante en algún momento.
Recuerde que no estamos hablando de felicidad aquí. Por ejemplo, cuando acaba de morir un ser amado o cuando siente que su propia muerte se aproxima, usted no puede ser feliz. Es imposible. Pero puede estar en paz. Puede haber tristeza y lágrimas, pero en caso de que haya abandonado la resistencia, bajo la tristeza usted sentirá una profunda serenidad, una quietud, una presencia sagrada. Esa es la emanación del Ser, esa es la paz interior, el bien que no tiene contrario.

-¿Y si es una situación en la que puedo hacer algo? ¿Cómo puedo permitirle ser y cambiarla al mismo tiempo?

-Haga lo que tiene que hacer. Mientras tanto acepte lo que es. Puesto que mente y resistencia son sinónimos, la aceptación lo libera inmediatamente del dominio de su mente y así lo vuelve a conectar con el Ser. Como resultado, las motivaciones habituales del ego para "actuar" -el miedo, la codicia, el control, la defensa o alimentación del falso sentido de sí mismo- dejarán de operar. Ahora está al mando una inteligencia mucho mayor que la mente, y por lo tanto fluirá en su actuación una calidad diferente de conciencia. "Acepta lo que venga tejido en el diseño de tu destino porque, ¿qué podría acomodarse más adecuadamente a tus necesidades?" Esto fue escrito hace dos mil años por Marco Aurelio, uno de esos seres humanos extraordinariamente escasos que tuvieron el poder mundano al mismo tiempo que la sabiduría.
Parece que la mayoría de las personas necesita experimentar mucho sufrimiento antes de abandonar la resistencia y aceptar, antes de perdonar. En cuanto lo hacen, ocurre uno de los mayores milagros: el despertar de la conciencia del Ser a través de lo que parece ser el mal, la transmutación del sufrimiento en paz interior. El efecto final de todo el mal y el sufrimiento que hay en el mundo consistirá en que los seres humanos se darán cuenta de quiénes son más allá del nombre y la forma. Así, lo que percibimos como mal desde nuestra limitada perspectiva es en realidad parte del bien superior que no tiene contrario. Esto, sin embargo, no se hace verdad para usted sino por medio del perdón. Hasta que eso ocurra, el mal no habrá sido redimido y por lo tanto seguirá siendo mal.
Por medio del perdón, que esencialmente consiste en reconocer la insustancialidad del pasado y permitir al momento presente ser como es, el milagro de la transformación ocurre no sólo interiormente sino exteriormente. Surge un espacio silencioso de intensa presencia en usted y a su alrededor. Cualquier persona o cosa que penetre en ese campo de conciencia será afectado por él, a veces visible e inmediatamente y otras veces en
niveles más profundos con la aparición de cambios evidentes después. Usted disuelve la discordia, cura el dolor, disipa la inconsciencia -sin hacer nada-, simplemente siendo y manteniendo esa frecuencia de intensa presencia.

(del libro "El poder del ahora" de E. Tolle)

jueves, 15 de diciembre de 2011

Esta Navidad va a ser "Feliz Navidad" si en vez de regalarle a la gente que conocemos cosas totalmente innecesarias, le regalaramos a la gente que no conocemos cosas que sí necesitan para poder sobrevivir.
65.000 personas mueren por día por hambre. (esta cantidad es superior a la cantidad de muertes que provocaría la bomba atómica de Hiroshima si fuese tirada cada 3 días en zonas densamente pobladas)

No. Dios no los ha abandonado a su suerte, somos nosotros quienes los estamos dejando a las buenas de Dios.

El mundo está dividido en 2 grupos:
1- Los que necesitan ayuda para sobrevivir.
2- Los que podemos ayudar.
Si tienes una computadora significa que tienes la suerte de estar en el 2do. grupo.

No importa lo que hacen los demás, yo sólo puedo hacerme responsable de lo que yo hago.
Cambiemos el mundo.
Cambiemos la tradición.

El mundo no está así por la cantidad de gente que hace maldades, sino por la cantidad de gente que mira sin hacer nada.

martes, 13 de diciembre de 2011

"Es mucho más fácil despertar de una pesadilla que de un sueño bonito".

Si todavía no has despertado es porque aún no has sufrido lo suficiente.
Todo se quiebra por algún lado. Y por allí siempre entra la luz.

Mariano
¿Cuál es tu sueño, tu deseo más profundo?
¿Qué harías con tu tiempo si no tuvieras que trabajar para vivir?
¿Cómo te gustaría que fuera el mundo? ¿Cómo te lo imaginas?
¿Cómo te gustaría ser?
¿Eres feliz en tu vida diaria, a cada instante?
¿Cuánto tiempo diario dedicas a cada cosa?
¿Dedicas más tiempo a lo que más te importa, a lo que más quieres lograr?

Para ser feliz no hay que lograr ni hacer nada en absoluto. Simplemente aceptar que puedo ser feliz ahora. Pero sólo ahora. En ningún otro momento puedes ser ni hacer nada. Si eres feliz ahora, eres feliz siempre.
No dejes que tu mente te ponga "peros". ELLA SIEMPRE TIENE PEROS. Siempre quiere esperar a que pase algo en el futuro que nos haga felices. O culpa al pasado y se queja. Así trabaja la mente. Nos pone en espera.
En "Stand by". Y vamos por la vida en automático: haciendo, haciendo y haciendo mil cosas sin parar de pensar en el futuro y en el pasado.
Sólo te puedes encontrar a ti mismo en el ahora. Esa es la clave.

Saludos,

Mariano