"No es fácil"...
Acaso te fue
fácil aprender a caminar?... aún así has puesto tu mayor esfuerzo en
hacerlo. Y cuanta valentía! si un sin fin de veces has caído, y las
mismas veces te has levantado y vuelto a intentar. Alguna herida se ha
producido en ese aprendizaje; alguna cicatriz marca a fuego el haberlo
logrado, y al mirarla seguramente sientas gozo y satisfacción.
Por qué, entonces, no valoras de igual manera todas las cicatrices que te dejan las experiencias vividas?
Cuando
niños, no emplean el uso de la razón... viven en la excelencia de la
inocencia, la simpleza y la frescura de lo natural. Se actúa según
sentimientos. Con el correr de los años, comienzan a ser racionales...
especulan absolutamente con todo, consciente o inconscientemente. Y
cuando se le da protagonismo a los "pensamientos", estos paralizan las
emociones.
Pero como te he dicho al principio, es una
"caída"... debes levantarte e intentar actuar al compás de los latidos
de tu corazón... esa es la perfecta sinfonía de tu vida. Sacúdete el
polvo de tu vestimenta, acomódate el cabello, levanta la cabeza,
suspira... vuélveme tu rostro y seca tus lágrimas, que también son
plegarias, y se oírlas. Has un análisis sincero de las decisiones que
has tomado, corrige tus errores y continua tu camino...
Si
en él te sorprende la lluvia, no busques refugio, permíteme
purificarte. Si te sorprenden los vientos, no busques resguardo,
permíteme acelerar tu paso. Si te sorprende la injusticia, no maldigas,
permíteme enseñarte a ser justo. Si te sorprende el dolor, no te
lamentes, permíteme hacerte ser mejor persona.
En algún
momento te sentirás agobiado, es el momento de detenerte a descansar...
nunca dije que la marcha debería ser ininterrumpida. Hasta el soldado
más aguerrido necesita recuperar energías. Descansa en mí, yo cumpliré
mis promesas.
Cuando te encuentres en medio de una
batalla, no temas, he puesto escudo y espada de victoria en tus manos.
Jamás dudes de utilizar tu arma más poderosa, la verdad. Siempre sabrás
cual es. Te he brindado el don del discernimiento.
Mantente humilde ante cualquier logro o descubrimiento, eso es de mi agrado.
Pregona mis principios, enseñanzas, y mandamientos.
No
estarás ajeno a la burla del ignorante, o a la del pensador, más no
permitas que eso desvirtúe tu objetivo... te avergonzarás por momentos,
lo sé! y lo acepto, más nunca me niegues para simpatizarles.
Acude ante la necesidad del prójimo, en ocasiones salvarás vidas al hacerlo.
He
puesto en tu corazón preceptos indispensables: EL AMOR, LA FE y EL
PERDON. Como todo en tu vida, con la práctica irás mejorándolos día a
día.
No te encontrarás solo, poco a poco, se irán encontrando los unos a los otros... ámense, ese es su mayor legado, AMENSE.
No es fácil... pero jamás dije que lo sería.