miércoles, 13 de julio de 2016

Eres esclavo de lo que dices y dueño de lo que callas

Pero aún cuando callas sigues siendo el silencioso esclavo de lo que piensas.
El engaño consiste en creer que eres tú el que piensa.
Si es así ¿puedes dejar de pensar?
Tampoco puedes dejar de respirar. Ni de latir tu corazón. O de hacer crecer tu cabello. Ni dejar de hacer la digestión.
Esto sucede de forma involuntaria. Inconsciente.
Pero se puede hacer consciente.

Cuando eres consciente de lo que piensas, lo que piensas cambia. Entonces tu vida entera cambia.
Entonces pareciera que el mundo entero cambiara. Como cuando estás enamorado. Todo está vivo. Todo respira contigo.

Mientras tanto seguirás dormido. Soñando que eres libre de pensar lo que quieras. Cuando siempre estás pensando prácticamente lo mismo.
Las rejas de tu prisión son tus pensamientos, conocimiento, experiencia, memoria y las perspectivas a futuro.
Alguien que sabe mucho y está orgulloso de eso es igual que un preso que está orgulloso porque su celda en grande, hermosa y brillante.


MGU

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