jueves, 11 de julio de 2013

Sin motivos

Hoy estoy feliz sin motivo.
Así es mejor, no dependo de nada para ser feliz.
Todo cambia.
Pero yo puedo seguir decidiendo.
Hasta la última respiración.

Yo te perdono

El perdón es sin duda uno de los temas más importantes en nuestra vida.

Podemos perdonar en el acto.
Siendo conscientes que el perdón nos cura a sólo nosotros los que perdonamos.
Así como la ofensa o la herida también la hemos provocado nosotros, o se ha provocado con nuestro consentimiento, ya sea conscientemente o inconscientemente.
Nosotros nos herimos y nosotros nos curamos.
Si. Eso mismo.
Somos Dios! (aunque esto pueda ser tomado como algo soberbio no lo es)

Nosotros mismos somos los que hacemos todo en lo que respecta a nuestro pensar, sentir, decir y hacer.
Porque nadie más piensa en nuestra mente.
Nosotros elegimos, o dejamos de elegir. Pero para elegir tenemos que estar conscientes de nuestros pensamientos presentes en cada momento.
Estar atentos a nuestros pensamientos. Estar presentes. Ser la presencia misma.

Elijan perdonar.
Pero se necesita mucha valentía para hacerlo.
Tu mente te dirá que estás perdiendo algo pero es exactamente al revés!
Estás perdiendo tu orgullo. Y ese orgullo es el que te dañando. No lo necesitas. No hay nada que defender.
En la lucha siempre hay 2 que pierden. La lucha es la que gana y los 2 luchadores pierden siempre.
Elijan perdonar.
Eso borra nuestra carga emocional. Esa carga tan pesada que venimos arrastrando y que no nos deja ver con frescura e inocencia el presente inmediato, lo único real.
¿se han dado cuenta que la vida real es UNICAMENTE lo que está sucediendo ahora fuera de nuestra cabeza?

Perdonen. Suelten. Dejen fluir.
Expulsen. Arrojen fuera todo eso. Sáquenlo.
Saquen la basura fuera. Échenla de casa. Ya no la necesitan.

Y fluyan con la vida como un río.
Sigan adelante. Somos fuertes cuando perdonamos. Cuando más flexibles somos. Cuando nos rendimos.
Esa es la paradoja. Esa es la gran contradicción. "La grandeza de la humildad". La fortaleza que hay que tener para rendirse sin condiciones.
Ser fuerte significa poder rendirse a lo que es, reconocer que el Universo no responde a mis necesidades personales, y reconocer que yo no soy perfecto, eso significa que yo también he ofendido o lastimado a otros. Por eso los perdono. Porque todos erramos y todos sufrimos.
Somos todos seres sufrientes.

Me tengo compasión. Y tengo compasión con los demás.
Perdonen y sigan adelante.
Sigan adelante siempre.
La vida no para.

Perdonen a su madre y a su padre por lo que les dieron y por lo que no les dieron.
Perdonen a sus hermanos y perdonen a sus amigos.
Perdonen al vecino que hace ruido.
Perdonen el día de lluvia que les arruinó el picnic.
Sepan perdonar que las cosas no son como nosotros deseamos.
Y por último perdonémonos a nosotros mismos por haberla cagado tanto.

(y perdónenme a mí por querer darles un consejo sin que me lo pidan. Dicen que uno explica mejor lo que más necesita aprender)

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"Yo solo me fijo en las buenas cualidades del hombre. Al no ser perfecto yo mismo, no voy a presumir en indagar sobre las faltas de otros."
"El débil nunca puede perdonar. El perdón es un atributo del fuerte"

Gandhi

Ser nadie

Todo el mundo quiere ser alguien en la vida.

Yo prefiero ser nadie.

Nadie.

Si, nadie.


Nadie tiene nada.

Nadie tiene cero problemas.

Nadie necesita nada.

Nadie es libre.



Y cuando soy nadie,
cuando mi "yo" desaparece,

no soy alguien en la vida.

Soy la Vida.

Sin intermediarios.

Sin filtros.

Sin pecados.

Sin mal, sin bien.

Sin elección.

Sin interpretaciones.

Sin tiempo.

Nadie es perfecto.

martes, 9 de julio de 2013

He encontrado un video de esos que sé que voy a mirar varias veces.
Fue como siempre por casualidad, conocí a Alicia de Montevideo por FB, charlamos por Skype y me dijo: "Creo que este video tenés que verlo".
Estaba en lo cierto sin dudas.
Me tocó el alma.
Ojalá lo disfruten como yo.


Abrazo!


Como es adentro es afuera.
Un fisico se pregunto ¿por qué hay unas leyes de la física para las cosas grandes (fisica Newtoniana) y otras leyes para lo mas pequeño (fisica Cuántica)?
Creó una teoría científica que une ambas. Además en la charla se lo conecta con lo espiritual.
Ciencia y espiritualidad de la mano. Si. Eso mismo.
Todos los caminos llevan a Roma.
Muy divertida charla y con lenguaje corriente (y hasta malas palabras).
Imperdible!







domingo, 30 de junio de 2013

¿Quién es el que medita?

Qué tiene que decir usted sobre la meditación formal?
¿Quién es quien está meditando? Si se sienta y cierra los ojos y busca siempre, usted no encontrará nunca a un meditador. ¿Por qué medita usted?
Para tranquilizar la mente.
¿Para qué?
Para poder estar dispuesto para la iluminación.
Mientras esté esperando, o incluso intentando estar abierto a la iluminación, no ocurrirá nada. La anticipación sola es suficiente para garantizar eso. La anticipación es un funcionamiento de la mente, que se relaciona con memoria del pasado y las expectativas sobre lo que acontecerá en el futuro. Mientras está ocurriendo esto, no puede haber ninguna posibilidad de que surja nada más. Por otra parte, puedo decirle que puede meditar o no meditar; eso no supone ninguna diferencia.
(Dialogo con Tony Parsons)

lunes, 24 de junio de 2013

Plantas Que Curan… (Plantas prohibidas)

El estado prohibe plantas que curan para que las fermaceuticas y Monsanto nos puedan vender sus productos
Increíble!



http://tito-figueroa.com/plantas-que-curan-plantas-prohibidas-que-curioso/

"La ciudad no es excusa para olvidarse del huerto"

BARCELONA
Poseído por un pensamiento silvestre poco convencional, Marc Estévez Casabosch, un joven payés y experto en bosques cuya trayectoria personal y profesional siempre ha girado alrededor de la naturaleza y de su divulgación, abandonó hace siete años Barcelona para establecerse en una masía del Prepirineo y recuperar el contacto directo con la tierra. En su último libro, Un hort per ser feliç, que EL PERIÓDICO ofrecerá a partir del próximo sábado, aconseja a todo el mundo poner un huerto ecológico en su vida. En el campo y en la ciudad. Y es que es aquí, en los espacios urbanos y el asfalto, donde esta práctica -el «jardín comestible», como él la apoda- prolifera notablemente en los últimos tiempos.




-En el libro expone que una acción con miles de años de historia, la de los huertos de autoconsumo, se está posicionando como uno de los pilares de la sociedad poscapitalista. ¿A qué se debe esta tendencia?

-Más que una tendencia, es una reacción inconsciente. Llevamos unos años en que, sin querer, nos hemos ido desnaturalizando, y al final el ser humano vuelve a la tierra. Vivimos momentos en que el sistema parece cojear y buscamos respuestas y una mejor calidad de vida.
Jardín comestible Marc Estévez Casabosch en el huerto de Rambla de Porta (calle de Pi i Molist con Maladeta), en Barcelona, este jueves. CARLOS MONTAÑÉS
-Pero, ¿dónde colocamos un huerto, por ejemplo, en un piso del centro de Tarragona o de Manresa?
-En la ciudad uno tiene que empezar por lo que tiene más cerca y, poco a poco, ampliar el espectro. Primero hay que valorar los espacios que tenemos en casa. Quien tiene una terraza, vive en un ático o tiene un balcón, o incluso ventanas soleadas, con cinco o seis horas de luz directa al día, tiene posibilidades.
-¿Y quien tenga que descartar esta primera opción?
-Entonces hay que ir un poco más allá. ¿Tiene terrado nuestro edificio? Un buen lugar para cultivar son las cubiertas. A partir de aquí, una vez que salimos a la calle tenemos muchas opciones.
-¿Por ejemplo...?
-Todo lo que sean solares en desuso, abandonados, espacios verdes... Hay muchos sitios en los que, por la vía de la desobediencia civil, se puede poner un huerto. Por ejemplo, en un solar o rambla en el que hace 10 años que no se hace nada, como es el caso del que hay en Rambla de Porta (Nou Barris). La versión más legal sería hacer propuestas a los ayuntamientos.
-Con una superficie de tierra tan limitada como la que ofrece un balcón, ¿qué se debe plantar?
-En sitios muy pequeños, como balcones o ventanas, tenemos que poner plantas fáciles, como rábanos, lechugas, rúcula, espinacas... Sobre todo, plantas de hoja, para que en muy poca superficie cultivable podamos tener rendimientos aceptables. Además, hay que plantearse también el tema de las plantas aromáticas: albahaca, romero, salvia...
-¿Y qué es obligatorio descartar?
-Sobre todo, las grandes hortalizas. No nos podemos plantear poner una sandía o una calabaza.
-No es lo mismo lanzarse a esta pequeña aventura en una localidad marítima que en el Solsonès...
-No tiene absolutamente nada que ver hacer un huerto en Barcelona, donde hay temperaturas óptimas para el cultivo durante muchos meses del año, que en Ripoll o Puigcerdà. Cuando en Barcelona podemos tener dos o tres cosechas, en la montaña, si todo va bien, se consigue una. Desde el punto de vista climatológico, Barcelona es el mejor sitio para cultivar. ¡Es fantástico!
-¿Realmente es posible abastecerse con un huerto urbano?
-La superficie ideal para un huerto de autoconsumo es de 60 metros cuadrados. Con ese tamaño y una buena planificación, una familia de entre dos y cuatro miembros se tiene que poder abastecer todo el año. Si tenemos menos espacio, nos podemos plantear que toda la hortaliza de hoja -por ejemplo, la lechuga- sea siempre de casa. No de kilómetro cero, sino de metro cero, del balcón.
-¿Y la dedicación?
-No te roba mucho tiempo, pero sí que pide mucha constancia. Yo siempre digo que con 10-15 minutos al día puedes tener un gran huerto, de hasta 200 metros cuadrados. En el fondo, engancha. Tiene un punto de adicción saludable.
-¿Qué aprendizaje regala un jardín comestible?
-Los beneficios van más allá del producto. Es una revolución de la mente que nos hace romper con la idea de inmediatez, además de una tendencia del do it yourself (hazlo tú mismo). Te conviertes en un consumidor consciente y responsable. Como productor, te preguntas qué hay detrás de otros alimentos, de la ropa, de los muebles... de quién lo ha hecho y cómo lo ha hecho.
-¿Y funciona como terapia?-Es una terapia inconsciente, que sana. Cultivar un huerto es una cápsula de meditación activa. Dejas de pensar en el entorno.
-Su propuesta es autoconsumo y, además, ecológico. Este último concepto parece que despista...
-En el entorno urbano es algo que puede parecer esnob o al alcance solo de un determinado tipo de personas, pero el cultivo ecológico es el que se había hecho toda la vida, hasta hace 70 o 80 años. Ecológico, que es sinónimo de orgánico y biológico, significa que los preparados que se utilizan son vegetales. Si quieres hacer un fungicida saludable es tan fácil como aplicar leche diluida en agua. Siempre será más económico y mucho más sano. ¿Dífícil? No.
-Comenta en el libro que el cultivo ecológico se extiende como una mancha de aceite. ¿Responde esto a una desconfianza creciente de los consumidores?
-Sí. Ahora tenemos más información y sabemos que determinados aditivos y pesticidas que se habían utilizado hace unas décadas puede que no fueran tan inocuos como se nos había hecho creer. Algunos han dejado consecuencias de manera muy visible. El colectivo de los payeses, por ejemplo, tiene una incidencia de cáncer brutal. Por eso nos planteamos: ¿Y si lo volvemos a hacer como se hacía antes?

Fuente: www.elperiodico.es

http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/marc-estevez-casabosch-ciudad-excusa-para-olvidarse-del-huerto-2432173